Con salarios congelados desde noviembre, sufriendo despidos y suspensiones, y con un ejercicio de varios paros y marchas, los trabajadores siderúrgicos demostraron a través de un plebiscito un contundente rechazo a la propuesta de la patronal, evidenciando que hay voluntad para enfrentar el plan de licuación salarial de Rocca. Este plan, que viene acompañado de reducir los planteles y precarizar aún más los puestos de trabajo, va en sintonía con el plan del gobierno de Milei, en el cual Rocca metió 8 funcionarios, de ataque directo a las condiciones de vida del pueblo trabajador.
Este plan orquestado por las grandes patronales necesita de la fuerza de todo el movimiento obrero para enfrentarlo. Es iluso pensar que se puede discutir salarios dignos en un mar de desocupación. Por eso, es muy importante que unifiquemos la fuerza de los trabajadores y el pueblo pobre para poder dar una batalla que nos permita ganar.

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