El próximo 5 de diciembre, la Plaza de Mayo se convertirá en el epicentro de una trascendental manifestación, organizada por las tres centrales obreras y una pluralidad de organizaciones políticas y sociales que, unidas por un sentimiento de descontento, aglutinarán sus voces en un acto que promete ser histórico. Esta marcha, que dará inicio a las 11 horas, busca visibilizar el creciente descontento de los gremios no dialoguistas tales como la Unión Obrera Metalúrgica (UOM), que lidera Abel Furlán; la Asociación Bancaria, comandada por Sergio Palazzo, Sindicato Unico de Fleteros conducido por Mario Pereyra ,o los aceiteros (que conduce Daniel Yofra). Ese mismo día, el gremio estatal de ATE, uno de los mayor peso e influencia en la CTA, activará un paro sectorial que tendría impacto en las dependencias públicas. Hay conversaciones para que se sume Pablo Moyano, tras su renuncia al consejo directivo de la CGT. , se prevé que congregue a un amplio y diverso grupo de participantes en este significativo espacio, que ha sido testigo de numerosas luchas por los derechos laborales y sociales a lo largo de la historia argentina.

A las 13 horas, los organizadores llevarán a cabo la lectura de un documento que sintetiza las preocupaciones y demandas de los distintos sectores que integran esta movilización, un acto formal que tiene como objetivo unificar las distintas voces de los manifestantes que desean expresar su rechazo a las políticas gubernamentales, las cuales consideran lesivas para la clase trabajadora y, por ende, para la sociedad en su conjunto. Posteriormente, a las 15 horas, se llevará a cabo un acampe en homenaje a las Madres de Plaza de Mayo; este gesto coincide con su retorno de los «Jueves» y simboliza la perenne lucha por la verdad y la justicia que estas valientes mujeres han liderado durante décadas en el país.

Así, la jornada del 5 de diciembre no solo se configurará como una manifestación de descontento, sino también como un respetuoso homenaje a aquellos que han luchado incansablemente por los derechos humanos en Argentina. En resumen, esta marcha no representa únicamente un llamado a la reivindicación de derechos laborales, sino que también constituye una confluencia de luchas sociales interrelacionadas que reclaman un cambio profundo y significativo en la política actual. La activa participación de diversos sectores es crucial para consolidar un frente común que, con firmeza, reivindique el bienestar y los derechos de la población, en un contexto en el que la fragmentación y las tensiones internas del movimiento sindical se hacen cada vez más evidentes, poniendo de relieve la necesidad de diálogo y cohesión interna frente a un panorama político y social de creciente polarización.

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