La CGT se reunió a través de su cúpula directiva en la que se encuentran los principales líderes de Azopardo. El aspecto más destacado de la reunión fue la confirmación de la movilización del Día de los Trabajadores, así como del paro general del 9 de mayo, el segundo en contra de la gestión del presidente Javier Milei. La reunión tuvo lugar en la sede de UPCN, coincidiendo con el debate que se está llevando a cabo en el Congreso sobre el proyecto de ley Bases. Este proyecto enmarca la relación gradual que la CGT mantiene con el actual Gobierno, ya que en una ocasión anterior en la que se sentaron a la mesa en Balcarce 50, los funcionarios liderados por el ministro de Interior, Guillermo Francos, les habían asegurado a los sindicalistas que no habría una reforma laboral en el proyecto sin el consenso de la CGT.
Recientemente se ha revelado que este compromiso verbal no se ha cumplido y la mencionada reforma ahora forma parte de la ley Bases, con aspectos laborales que el secretario de Trabajo, Julio Cordero, ha destacado como «un paso importante» para la estrategia de La Libertad Avanza en el ámbito laboral. A pesar de las limitaciones en los contactos, la CGT mantiene comunicación con algunos representantes de La Libertad Avanza o afines al oficialismo, y a través de esta vía algunas fuentes han destacado los lazos con el legislador Miguel Ángel Pichetto. «Intercambiamos algunos párrafos del texto y fuimos recortando cosas», mencionó un informante para resaltar que la reducción de 43 artículos se debe a esa interacción con el legislador. Se señaló que la reforma pasó de 60 a 17 artículos, una modificación que el propio Cordero había anticipado.