El Secretario Adjunto de Camioneros enfatizó el «nivel de acatamiento del 100%» por parte de los 28 gremios que llevan adelante la medida de fuerza y advirtió que «si el Gobierno no escucha, se va a rectificar la continuación de algunas medidas que ya se están hablando para noviembre». «Hay un sector importante de la sociedad que estamos dispuestos a seguir confrontando contra este modelo económico».
Moyano, expresó su descontento tanto con la decisión de la Unión Tranviarios Automotor (UTA) de no sumarse a determinadas medidas de protesta como con la política del Gobierno actual. Al respecto, declaró que no se siente en posición de juzgar la decisión del gremio UTA, dejando que la historia se encargue de evaluar sus acciones.
También criticó con dureza al Gobierno, afirmando que sus políticas podrían llevar a una desregulación de las tarifas del transporte internacional, lo que podría resultar en un aumento de la competencia desleal por parte de camioneros brasileños y paraguayos. Este comentario refleja su preocupación por el impacto que tales decisiones podrían tener en el sector argentino de transporte.
En relación a la interna de la Confederación General del Trabajo (CGT), Moyano mencionó la división existente entre dos posturas: una más abierta al diálogo y otra, de la cual él forma parte, más confrontativa. Afirmó rotundamente que no tiene intención de participar en reuniones con miembros del Gobierno que considera poco confiables, utilizando un lenguaje muy crítico para expresar su postura.
Este contexto muestra la tensión en el movimiento sindical argentino y la postura intransigente de Moyano frente a las políticas gubernamentales, así como su rechazo a ciertos líderes sindicales en la actual coyuntura.